En la oración de alabanza al Señor, expresamos gratitud y admiración por su grandeza, amor y poder divino. A continuaciòn te presento la siguiente oraciòn que te puede servir como modelo o inclusive la puedes hacer tuya y leerla o recitarla durante las mañanas y asi podras gozar de la presencia del Señor en tu vida.
ORACIÒN DE ALABANZA AL SEÑOR Y REDENTOR DEL MUNDO.
Te agradezco
oh Rey viviente y eterno por haberme devuelto dentro de mí a mi alma, con tu
misericordia; grande es tu confianza en mí.
Bendito eres
tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que das al corazón entendimiento
para distinguir el día y la noche.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que abres los ojos de los ciegos.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que levantas a aquellos que están agachados.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que vistes a los que están desnudos.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, quien da fuerzas al cansado.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que extiendes la tierra sobre las
aguas.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que guía los pasos del hombre.
Bendito eres
tú, Oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que provee todas mis necesidades.
Sea tu
voluntad Eterno Dios del universo, que te llenes de misericordia y recuerdes el
sacrificio de Jesús tu hijo, siendo como un holocausto cuyas cenizas están recogidas
y puestas sobre el altar.
Mírale para
tener misericordia de nosotros y anular sobre nosotros todo decreto duro y
malo. Ayúdanos a volver a ti y sálvanos del mal instinto y de toda transgresión
alarga nuestros días en bien y nuestros años en bondad.
Bendito el
que ordeno y el mundo existió. Bendito sea.
Bendito el
que ordena y ejecuta.
Bendito el
que decreta y cumple. El autor de la creación.
Bendito el
que se apiada de la tierra
Bendito el
que se apiada de las criaturas.
Bendito el
que recompensa a los que le temen.
Bendito el
que vive eternamente y existe para siempre.
Bendito el
que redime y salva. Bendito sea su nombre.
Bendito eres
tú, Señor, nuestro Dios, Rey del mundo, Dios Padre misericordioso. Ensalzado por
tu pueblo, alabado y glorificado por tus fieles y tus siervos.
Con los
canticos de nuestro ser te alabamos, Señor, nuestro Dios.
Exaltamos
tu nombre y te proclamamos como nuestro Rey y nuestro Dios único y eterno. Rey exaltado
y glorificado, para siempre es grande tu nombre.
Bendito eres
tú, Señor, Rey glorificado en las alabanzas.
Oye alma mía
el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es.
Bendito sea
el nombre que es sobre todo nombre a él sea toda la honra y gloria por siempre por
los siglos de los siglos.
Amen,
Amen y Amen, Aleluya.