Introducciòn
Los reyes de Israel jugaron un papel crucial en la historia del pueblo hebreo, desde la unción de Saúl como primer rey hasta la caída de Jerusalén bajo el reinado de Sedecías. Este período está lleno de historias de liderazgo, fe, desafíos y consecuencias de las decisiones tomadas por estos gobernantes. A través de la Biblia, podemos conocer las vidas y los reinados de estos líderes, sus logros y sus fracasos.
Reino unido de Israel:
los reyes y sus características
Saúl
Fue el primer rey de
Israel, ungido por el profeta Samuel. Persiguió a David por envidia y reinó
durante 40 años, siendo destituido del trono por desobediencia a Dios (1 Samuel
8-9).
David
De la tribu de Judá, David
fue el rey más famoso de Israel. Reinó durante 40 años, siendo considerado un
hombre conforme al corazón de Dios. Jesucristo fue descendiente de la dinastía
de David, cumpliendo la alianza que Dios hizo, prometiendo que su trono sería
establecido para siempre (1 Samuel 16-30, 2 Samuel hasta 1 Reyes 1).
Salomón
Hijo de David, famoso por
su sabiduría. Construyó el templo en Jerusalén, autor de varios proverbios y
salmos bíblicos, pero se apartó de Dios en los últimos años de su vida. Reinó
durante 40 años (1 Reyes 1-11).
Reyes del Reino de
Israel (Reino del Norte): los reyes y sus características
Is-boset
Hijo de Saúl, reinó
durante 7 años sobre Israel en el mismo período en que David había sido
proclamado rey sobre Judá. Luego de la muerte de Is-boset, David reinó sobre
todo Israel (2 Samuel 1-3).
Jeroboam I
Primer rey del Reino del
Norte, lideró la rebelión contra Roboam e introdujo la idolatría en Israel.
Edificó la ciudad de Siquem en Efraín y reinó durante 22 años en Israel. (1
Reyes 12-14).
Nadab
Hijo de Jeroboam, reinó 2
años sobre Israel. Hizo lo malo ante Dios, al igual que su padre. Fue asesinado
en una conspiración dirigida por Baasa, mientras intentaba atacar la ciudad de
Guibetón, de los filisteos (1 Reyes 15:25-28).
Baasa
Hijo de Ahías, de la tribu
de Isacar, Baasa conspiró contra Nadab mientras este intentaba atacar a los
filisteos. Mató al rey y a todos los miembros de la familia de Jeroboam I.
Baasa reinó 24 años en Tizra e igualmente hizo lo malo ante Dios (1 Reyes 15:25-34).
Ela
Hijo de Baasa, reinó
durante 2 años. Fue asesinado en la ciudad de Tizra, mientras estaba en casa de
uno de sus mayordomos, bebiendo y embriagándose. También fue un mal rey (1
Reyes 16:8-10).
Zimri
Conspiró contra Ela y mató
a todos los hombres de su familia, sin dejar descendiente alguno de Baasa que
pudiera sucederlo en el trono. Zimri reinó solo 7 días en Tizra. Cuando el
pueblo supo de la conspiración, proclamaron a Omrí como rey, y sitiaron a
Zimri, quien se prendió fuego en el palacio donde se encontraba (1 Reyes
16:8-20)
Omri
Comandante del ejército,
fue proclamado rey por el pueblo tras la conspiración de Zimri. Tras la muerte
de este, Omri prevaleció sobre otro oponente. Construyó la ciudad de Samaria,
estableciéndola como capital del Reino del Norte. Fue un mal rey, idólatra, y
actuó peor que sus antecesores. Murió tras reinar 12 años.
Acab
Hijo de Omri, casado con
la perversa reina Jezabel, fue conocido por promover la adoración a Baal. Su
reinado fue nefasto, marcado por la idolatría y el enfrentamiento con el
profeta Elías. Acab murió en una batalla contra Siria y su familia fue destruida
tal como lo anunció la profecía (1 Reyes 16-22).
Ocozías
Hijo de Acab, reinó
durante 2 años en Israel y cometió los mismos pecados de sus padres, adorando a
Baal e incurriendo en idolatría contra Dios. Murió a consecuencia de una caída
desde una habitación alta en Samaria, tal como lo profetizó Elías. No dejó descendencia
(2 Reyes 1).
Joram
Hermano de Ocozías (hijo
de Acab), reinó 12 años sobre Israel. Continuó con la idolatría introducida por
Jeroboam y su padre, aunque intentó eliminar algunas prácticas del culto a
Baal. Sufrió rebeliones por parte de Moab y Siria.
Jehú
Era capitán del ejército
cuando fue ungido rey por un discípulo de Eliseo. Mató a Jezabel y a Joram, y
eliminó toda la dinastía de Acab. También mandó ejecutar a los ministros y
seguidores de Baal, mediante una astuta emboscada. Su reinado duró 28 años (2
Reyes 9-10).
Joacaz
Hijo de Jehú, reinó 17
años en Samaria. Fue un mal rey, siguiendo los malos pasos de Jeroboam. Sufrió
gran opresión por parte de Siria. Joacaz clamó a Dios por ayuda y el Señor lo
escuchó. Aun así, tanto el pueblo como el rey permanecieron alejados de Dios (2
Reyes 13:1-9).
Joás
Hijo de Joacaz, Joás
también fue un mal rey. Reinó 16 años en Samaria y guerreó contra Amasías, rey
de Judá. Joás visitó al profeta Eliseo cuando este estaba enfermo, y se le
anunció la ayuda de Dios contra los ataques de Siria (2 Reyes 13).
Jeroboam II
Hijo de Joás, reinó 41
años en Israel, y continuó haciendo lo malo ante los ojos de Dios, como sus
antepasados. Restableció algunas fronteras de Israel y reconquistó algunas
ciudades de Judá (2 Reyes 14:23-29).
Zacarías
Hijo de Jeroboam II,
Zacarías reinó solamente 6 meses en Israel. También fue un mal rey, murió
atacado en una conspiración en la que le usurparon el trono (2 Reyes 15:8-12).
Salum
Hijo de Jabes, conspiró
contra Zacarías, lo atacó públicamente y lo mató frente al pueblo. Salum reinó
solo 1 mes en Israel, cuando también fue víctima de una conspiración. Manahem
lo atacó, mató y usurpó el trono (2 Reyes 15:10-15).
Manahem
Asesinó a Salum y actuó
con extrema crueldad, atacando la ciudad de Tifsa y abriendo el vientre de las
mujeres embarazadas. Reinó durante 10 años en Samaria, en Israel, sobornando al
rey de Asiria para mantenerse en el poder (2 Reyes 15:16-22).
Pekaía
Hijo de Menahem, reinó
durante dos años, hasta que fue asesinado por su propio capitán. También hizo
lo malo ante los ojos de Dios (2 Reyes 15:22-26).
Peka
Hijo de Remalías, Peka
reinó 20 años sobre Israel. Conspiró contra el rey Pekaía y asumió el trono.
Durante su reinado, el rey de Asiria conquistó varias ciudades y deportó al
pueblo a Asiria. Peka fue asesinado en una conspiración liderada por Oseas (2 Reyes
15:27-31).
Oseas
Hijo de Ela, Oseas fue el
último rey de Israel. Subió al trono tras asesinar al rey Peka en una
conspiración. Durante su reinado, Israel estaba bajo la influencia de Asiria, y
Oseas intentó liberarse de esta dominación al buscar una alianza con Egipto. Esto
provocó la ira del rey de Asiria, quien invadió Israel, sitió Samaria durante 3
años y deportó al pueblo. El reinado de Oseas duró 9 años, hasta la
deportación, marcando el fin del Reino del Norte (2 Reyes 17:1-23).
Reyes del Reino de Judá
(Reino del Sur): los reyes y sus características
Roboam
Hijo de Salomón, enfrentó
una rebelión y la división del reino por no escuchar el consejo de los ancianos
y no atender al pueblo. Fue el primer rey de Judá tras la división del reino (1
Reyes 12,14; 2 Crónicas 10-12).
Abías (Abiam)
El segundo rey de Judá,
era hijo de Roboam y nieto de Salomón. Reinó por 3 años, enfrentó conflictos
con Jeroboam, rey de Israel, y salió victorioso en una gran batalla. Abías
siguió el ejemplo de su padre, manteniendo prácticas religiosas que no agradaban
a Dios (1 Reyes 15:1-8; 2 Crónicas 13).
Asa
Asa era hijo de Abías y
Maaca, hija de Absalón, y reinó durante 41 años en Judá. Asa hizo lo correcto
ante Dios y promovió diversas reformas religiosas, eliminando los ídolos.
Sufrió amenazas del rey Baasa de Israel e hizo alianza con el rey de Asiria para
que lo ayudara (1 Reyes 15:9-24; 2 Crónicas 14-16).
Josafat
Hijo de Asa, Josafat reinó
durante 25 años en Jerusalén. Josafat hizo alianza con el rey de Israel y
promovió algunas reformas religiosas. También agradó al Señor, como su padre
Asa (1 Reyes 22:41-50; 2 Crónicas 17-20).
Joram
Hijo de Josafat, Joram
reinó 8 años en Judá. Durante su reinado, Joram desagradó a Dios. Actuó con
crueldad, mató a sus hermanos, se casó con Atalía, hija de Acab y Jezabel, y
siguió los caminos idólatras de Israel. Joram sufrió una dolorosa enfermedad como
juicio divino y murió de forma indigna, sin ser honrado por el pueblo (2 Reyes
8:16-24; 2 Crónicas 21).
Ocozías
Hijo de Joram y Atalía,
Ocozías fue el sexto rey de Judá. Reinó por un breve período de 1 año en
Jerusalén. Ocozías siguió los malos caminos de la casa de Acab, apoyando la
idolatría y asociándose con el rey de Israel, Joram, en una guerra contra
Siria.
Ocozías fue herido en
batalla y, mientras se recuperaba, fue asesinado por Jehú, quien había sido
ungido por Dios para eliminar la dinastía de Acab (2 Reyes 8:25-29; 9:27-29; 2
Crónicas 22:1-9).
Atalía (reina
usurpadora)
Fue la única reina que
gobernó Judá, y lo hizo durante seis años. En realidad, Atalía actuó como
regente de Judá, ya que no era de la línea de David. Era hija de la casa de
Acab y Jezabel, y asumió el trono tras la muerte de su hijo, Ocozías. Mandó
matar a sus propios nietos, intentando exterminar la línea real de David para
consolidar su poder. Sin embargo, Joás, uno de los nietos, fue escondido y
salvado por Josaba. Atalía fue depuesta y ejecutada tras un golpe liderado por
el sacerdote Joiada, quien restauró a Joás en el trono (2 Reyes 11; 2 Crónicas
22:10-23:15).
Joás
Comenzó a reinar con solo
7 años y reinó 40 años en Jerusalén. Siendo aún un bebé, tuvo que ser escondido
de su propia abuela, Atalía, quien había matado a todos los descendientes de su
hijo Ocozías. Josaba, tía de Joás, logró salvarlo escondiéndolo en el templo
del Señor durante 6 años.
El sacerdote Joiada tuvo
gran influencia durante su reinado, impulsando reformas religiosas y la
restauración del templo. Sin embargo, tras la muerte de Joiada, Joás se desvió
y adoptó la idolatría. Fue herido mortalmente en una conspiración de sus siervos
(2 Reyes 11-12; 2 Crónicas 22:10-24:27).
Amasías
Hijo de Joás, reinó 29
años en Judá. Lideró a Judá en una victoria contra los edomitas, pero luego
trajo consigo los ídolos de Edom, apartándose de Dios. Más tarde, provocó al
reino de Israel a la batalla, pero fue derrotado por el Reino del Norte, y Jerusalén
fue saqueada. Amasías fue asesinado en una conspiración (2 Reyes 14; 2 Crónicas
25).
Uzías (Azarías)
Hijo de Amasías, Uzías
reinó sobre Judá durante 52 años, siendo recto ante Dios. Fue un rey eficaz,
fortaleció militarmente el reino y promovió la agricultura, trayendo
prosperidad. Sin embargo, Uzías se volvió arrogante y entró en el templo para
quemar incienso, una función exclusiva de los sacerdotes.
Debido a ese pecado, fue
afectado por lepra y vivió aislado el resto de su vida, mientras su hijo Jotam
gobernaba en su lugar (2 Reyes 15:1-7; 2 Crónicas 26).
Jotam
Hijo de Uzías (Azarías) y
Jerusa, Jotam reinó durante 16 años en Judá. Edificó ciudades, guerreó y venció
a los amonitas, recibiendo tributos de ellos. Se hizo poderoso porque anduvo en
la presencia de Dios (2 Reyes 15:32-38, 2 Crónicas 27).
Acaz
Hijo de Jotam, reinó 16
años en Judá. Su liderazgo estuvo marcado por la idolatría e infidelidad a
Dios. Acaz promovió la adoración a dioses extraños, llegando a sacrificar a su
propio hijo. Durante su reinado, Judá enfrentó amenazas de Israel y Siria, lo
que lo llevó a buscar ayuda de Asiria. Esto resultó en una dependencia política
y religiosa de esa potencia extranjera (2 Reyes 16; 2 Crónicas 28; Isaías 7-8).
Ezequías
Hijo de Acaz, reinó 29
años en Judá. Fue un buen rey y actuó correctamente ante el Señor. Confió en
Dios y lideró importantes reformas religiosas, restaurando el culto,
promoviendo las ofrendas y celebrando la Pascua. Buscó a Dios frente a las
amenazas de Senaquerib y, con la ayuda del profeta Isaías, venció (2 Reyes
18-20; 2 Crónicas 29-32).
Manasés
Comenzó a reinar a los 12
años y reinó durante 55 años en Judá. Manasés fue un mal rey, promovió la
idolatría a gran escala con prácticas paganas como la adoración a Baal, ídolos
y el sacrificio de niños. Todo esto llevó al pueblo a pecar y su desobediencia
trajo severas consecuencias para Judá.
Pero, tras ser llevado
cautivo a Babilonia, Manasés se arrepintió y buscó a Dios, quien lo escuchó y
lo restauró. Intentó reparar los daños, aunque el impacto negativo de su
reinado perduró (2 Reyes 21:1-18; 2 Crónicas 33:1-20).
Amón
Hijo de Manasés, reinó 2
años en Judá. Actuó mal como su padre, pero no se arrepintió ni se volvió a
Dios. Propagó la idolatría y cometió muchos delitos. Sufrió una conspiración de
sus propios oficiales y fue asesinado (2 Reyes 21:19-26; 2 Crónicas 33:21-25).
Josías
Hijo de Amón, comenzó a
reinar con solo 8 años y reinó durante 31 años en Judá. Josías renovó la
alianza al descubrir el libro de la Ley en el Templo. Se convirtió de todo
corazón al Señor y promovió grandes reformas religiosas, celebró la Pascua y
destruyó ídolos en el reino.
Josías murió en el valle
de Meguido cuando salió a la batalla contra el faraón Necao de Egipto. Todo
Judá lamentó su muerte, y el profeta Jeremías compuso una lamentación en su
honor (2 Reyes 22-23; 2 Crónicas 34-35).
Joacaz
Hijo de Josías, reinó solo
3 meses en Judá. Joacaz no fue un buen rey ante los ojos de Dios. El faraón
Necao de Egipto lo depuso y lo llevó cautivo a Egipto, donde murió. Tras su
destitución, su hermano Joacim asumió el trono (2 Reyes 23:31-34; 2 Crónicas
36:1-4).
Joacim (Eliaquim)
Hermano de Joacaz, reinó
11 años en Judá. Fue designado rey por el faraón Necao de Egipto cuando su
hermano fue depuesto. Joacim fue un mal rey, no siguió al Señor. Quemó el libro
del profeta Jeremías, despreciando la Palabra de Dios. Se convirtió en vasallo
de Egipto, con obligación de pagar tributos.
En sus días, el rey de
Babilonia, Nabucodonosor, invadió Judá y Joacim lo sirvió durante 3 años. Pero
luego cambió de idea y se rebeló. Finalmente, fue encadenado por los babilonios
(2 Reyes 23:31-37; Jeremías 36; 2 Crónicas 36:5-8).
Joaquín
Hijo de Joacim, fue el
penúltimo rey de Judá, gobernando solo 3 meses. Durante su breve reinado,
Jerusalén fue conquistada por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Joaquín fue
llevado cautivo junto con miembros de la nobleza y muchos tesoros del templo,
marcando el inicio del exilio babilónico (2 Reyes 24:8-16; 2 Crónicas 36:9-10).
Sedequías
Último rey de Judá,
presenció la caída de Jerusalén. Nombrado por Nabucodonosor tras la deportación
de Joaquín a Babilonia, era hijo de Josías y tío de Joaquín. Reinó durante 11
años en Jerusalén, pero se rebeló contra el rey de Babilonia.
Los babilonios marcharon
contra Jerusalén y la sitiaron durante 2 años, hasta que derribaron el muro y
la invadieron. La ciudad fue destruida, el templo saqueado y Sedequías fue
capturado. El rey vio morir a sus hijos delante de él y luego fue llevado ciego
a Babilonia (2 Reyes 24:17-25:7; 2 Crónicas 36:11-21).
El gobierno de Israel
después del exilio
Después del exilio
babilónico, el gobierno en Israel pasó por cambios significativos. Los judíos
regresaron bajo el dominio del Imperio Persa, que permitió la reconstrucción
del templo en Jerusalén y otorgó cierta autonomía religiosa y civil.
El gobierno fue liderado
por gobernadores judíos, como Zorobabel, y figuras religiosas como Esdras y
Nehemías, quienes ayudaron a restaurar la ley judía y la adoración al Señor. El
liderazgo pasó a ser ejercido por una combinación de autoridades religiosas y
civiles, en lugar de reyes como antes del exilio.
Entre el final del Antiguo
Testamento y el inicio del Nuevo, los macabeos, una familia sacerdotal,
gobernaron Israel tras luchar por la independencia. Sin embargo, no eran
descendientes de David, y su dominio fue breve.
En tiempos de Jesucristo,
Israel estaba gobernado por Herodes, un rey no judío puesto en el poder por el
Imperio Romano. Sus sucesores gobernaron como vasallos de Roma.
A pesar de ello, Dios no
olvidó su promesa a David. Jesucristo, el Hijo de Dios y descendiente de David,
vino como Salvador, cumpliendo la profecía de ser el Rey Eterno (Lucas
1:32-33).