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La Importancia de la Santidad en la Vida Cristiana



LA SANTIDAD

Introducción

La santidad es un tema fundamental en la Biblia y en la vida cristiana. Dios nos llama a ser santos y a vivir una vida que le agrade. En este artículo, exploraremos el significado y la importancia de la santidad en la vida cristiana.

(1ª. Ped. 1:15-16; Heb. 12:14)
Como creyentes en general debemos ser santos porque quien nos llamo es santo y además sin la santidad nadie vera  al Señor.
La palabra Santidad cuenta con varios sinónimos entre los cuales se pueden mencionar  a la santificación, la santidad, santo y consagración palabras que son relacionadas con la Santidad.

Como creyentes debemos conocer los aspectos importantes de la Santidad en nuestras vidas.

ASPECTOS DE LA SANTIDAD
La santidad cuenta con 5 aspectos importantes dentro de los cuales están:
1.      Separación:
2.      Dedicación:
3.      Purificación: (Heb. 10:10; 1ª. Co. 6:11; 2ª. Co. 7:1)
Consagración: (1ª. Ped. 1:15)
1.      Servicio: (Is. 6:1-8) (Hech. 27:23)

Como creyentes debemos saber que la Santidad se obtiene en  faces llamadas tiempos.

EL TIEMPO DE LA SANTIDAD
Los 3 tiempos de la Santidad son:
1.      Inmediata: (1ª. Co. 6:10-11)
2.      Progresiva: (2ª. Co. 7:1-2; Heb. 12:14)
3.      Completa: (1ª. Tes. 5:23; 1ª. Juan 3:2)

CONCLUSIÓN
Como creyentes debemos tener los aspectos de la Santidad en nuestras vidas y a la ves debemos ir perfeccionando nuestra santidad hasta lograr que sea completa. 
La santidad es un llamado a vivir una vida que agrade a Dios y que refleje Su carácter y naturaleza. Al buscar la santidad y la pureza, podemos experimentar la intimidad con Dios y vivir una vida que sea un testimonio de Su amor y poder.

El Juicio de los Creyentes: Un Recordatorio de la Justicia de Dios


Introducción

En la Biblia, se nos enseña que todos los creyentes serán juzgados por sus obras y su fidelidad a Dios. En 2 Corintios 5:10, se dice que todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo para recibir lo que hayamos hecho en el cuerpo. En este artículo, exploraremos el significado y la importancia del juicio de los creyentes.


2ª. Co 5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o malo.

1ª. Tim 6:13, 1ª. Cor 6:9-11, Galatas 5:16-25, Col 3:1-10

La Biblia enseña que algún día los creyentes tendrán que rendir cuentas “ante el tribunal de Cristo”. Con respecto al juicio de los creyentes, se debe tener presente lo siguiente:

1)  A todo creyente se le someterá a juicio; no habrá excepción alguna.

(Ro 14:12; 1ª Co 3:12-15; 2ª Co 5:10; Ec 12:14).

2) Ese juicio ocurrirá cuando Cristo venga por su iglesia
(Jn 14:3; 1ª Ts 4:14-17).

3) El juez es Cristo
(Jn 5:22; 2ª Ti 4:8).

4) La Biblia habla del juicio del creyente como algo serio y solemne, sobre todo en vista de que incluye la posibilidad de daño o “pérdida” (1ª Co 3:15: 2ª Jn 8), de ser avergonzado delante de Él “en su venida” (1ª Jn 2:28) y de que se queme la obra de toda la vida (1ª Co 3:13-15). Sin embargo, en el juicio del creyente Dios no dicta una sentencia condenatoria.

5) Todo se pondrá de manifiesto. El verbo “comparecer” 
(gr. Faneroo, 2ª Co 5:10) significa: “ser revelado abierta o públicamente”. Dios examinará y sacará a la luz, en su verdadera realidad:
     (a) Los actos secretos (Mr 4:22; Ro 2:16)
     (b)El carácter (Ro 2:5-11),
     (c) Las palabras (Mt 12:36-37)
     (d) Las buenas acciones (Ef 6-8)
     (e) Las actitudes (Mt 5:22)
     (f) Los motivos (1ª Co 4:5)
     (g) La falta de amor (Col 3:18─4:1)
     (h) La obra y el servicio de los creyentes (1ª Co 3:13).

6) En resumen, los creyentes tendrán que dar cuenta de su fidelidad o infidelidad a Dios
(Mt 25:21,23; 1ª Co 4:2-5) y de sus acciones a la luz de la gracia, la oportunidad y la comprensión que se les haya dado (Lc 12:48: Jn 5:24; Ro 8:11).


8) Los resultados específicos del juicio del creyente serán diversos. Habrá confianza o vergüenza
 (1ª Jn 2:28), aprobación divina (Mt 25:21), tareas y autoridad (Mt 25:14-30), posición (Mt 5:19; 19:30), recompensas (1ª Co 3:12-24; Fil 3:14; 2ªTi 4:8) y honor (Ro 2:10; cf. 1ª P 1:7). 

10) El juicio inminente de los creyentes debe perfeccionar en ellos el temor del Señor 
(2ª Co 5:11; Fil 2:12; 1ª P 1:17) y hacer que tengan la mente despejada y dominio propio, que velen y oren (1ª P 4:5,7), que lleven una vida santa y piadosa (2ª P 3:11), y que sean compasivos y bondadosos con todos (Mt 5:7; cf. 2ª Ti 1:16-18). 

11) Los resultados específicos del juicio del creyente serán diversos. Habrá confianza o vergüenza (1ª Jn 2:28), aprobación divina (Mt 25:21), tareas y autoridad (Mt 25:14-30), posición (Mt 5:19; 19:30), recompensas (1ª Co 3:12-24; Fil 3:14; 2ªTi 4:8) y honor (Ro 2:10; cf. 1ª P 1:7). 

12) El juicio inminente de los creyentes debe perfeccionar en ellos el temor del Señor 
(2ª Co 5:11; Fil 2:12; 1ª P 1:17) y hacer que tengan la mente despejada y dominio propio, que velen y oren (1ª P 4:5,7), que lleven una vida santa y piadosa (2ª P 3:11), y que sean compasivos y bondadosos con todos (Mt 5:7; cf. 2ª Ti 1:16-18). 

13) El juicio inminente de los creyentes debe perfeccionar en ellos el temor del Señor 
(2ª Co 5:11; Fil 2:12; 1ª P 1:17) y hacer que tengan la mente despejada y dominio propio, que velen y oren (1ª P 4:5,7), que lleven una vida santa y piadosa (2ª P 3:11), y que sean compasivos y bondadosos con todos (Mt 5:7; cf. 2ª Ti 1:16-18). 

14) El juicio inminente de los creyentes debe perfeccionar en ellos el temor del Señor 
(2ª Co 5:11; Fil 2:12; 1ª P 1:17) y hacer que tengan la mente despejada y dominio propio, que velen y oren (1ª P 4:5,7), que lleven una vida santa y piadosa (2ª P 3:11), y que sean compasivos y bondadosos con todos (Mt 5:7; cf. 2ª Ti 1:16-18). 

15) Las malas acciones del creyente, cuando se ha arrepentido de ellas, son perdonadas con respecto al castigo eterno 
(Ro 8:1), pero todavía se toman en cuenta al ser juzgadas para recompensa: “Mas el que hace justicia, recibirá la injusticia que hiciere” 
(Col 3:25; cf. Ec 12:14; 1ª Co 3:5; 2ª Co 5:10). Dios recuerda y recompensa las buenas acciones y el amor del creyente (Heb 6:10): “Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor” (Ef 6:8).

Conclusión

En resumen, el juicio de los creyentes es un tema importante que nos llama a vivir una vida de santidad y fidelidad a Dios. Al entender que seremos juzgados por nuestras obras, podemos vivir de manera que agrade a Dios y recibamos recompensa por nuestra fidelidad.