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Origen de los Meses del Año

 


Enero

En el calendario gregoriano, enero (del latín iānuārius → lv. jānuāirō → em. janero → enero) es el primer mes del año y tiene 31 días. Toma su nombre del dios Jano, del latín Janus, representado con dos caras, el espíritu de las puertas y del principio y el final (la mirada hacia el pasado y hacia el futuro).​ El primer día del mes es el día de Año Nuevo. Faltan 365 días para terminar el año (en un año común) o 366 días (en un año bisiesto).

Sin embargo, enero no siempre ha sido el primer mes del año: el primitivo año de los romanos tenía diez meses (304 días en total) y comenzaba con Martius, dedicado al dios Marte, que pasó a ser marzo en español. La leyenda fija en 713 a. C., cuando el rey Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, añadió los meses de enero y febrero para completar el año lunar (355 días).

Los calendarios medievales seguían presentando los años según la costumbre romana, en doce columnas que iban de enero a diciembre. En Francia, enero pasó a ser el primer mes del año cuando el rey Carlos IX decidió, con el Edicto de Roussillon en 1564, que el año comenzaría en adelante el 1 de enero. El papa Gregorio XIII extendió esta medida a toda la cristiandad con la adopción del calendario gregoriano en 1582.

Hasta 1752, el Reino Unido y sus colonias mantuvieron el 25 de marzo (9 meses antes del 25 de diciembre) como primer día del año. Rusia empezaba el año nuevo el 1 de marzo hasta el siglo xv y el 1 de septiembre hasta el año 1700, cuando el zar Pedro I cambió la fecha de la fiesta por el 1 de enero.

Para la Iglesia católica, este mes está dedicado al Niño Jesús y al Dulce Nombre de Jesús.

 

Febrero

En el calendario gregoriano, febrero es el segundo mes del año y es el más corto: tiene 28 días en los años comunes y 29 en los años bisiestos. En muy raras ocasiones ha habido un 30 de febrero, producido bien en la conversión del calendario juliano al gregoriano, o bien en la adopción de un calendario revolucionario en el que todos los meses tenían 30 días

Fue llamado así en honor a las februa en las Lupercales, el festival de la purificación en la Antigua Roma: sabinos celebran la fiesta anual de purificación que llamaban februa (de februum, una especie de correa), en una fecha que hoy se identifica como el 15 de febrero. Tras la fundación de Roma y el posterior surgimiento del Imperio romano, la urbe dominante tomó prestado el nombre de las fiestas 'februas' para designar el mes en que estas tenían lugar, que por entonces era el último del año.

Para la Iglesia católica, este mes está dedicado al Espíritu Santo y la Sagrada Familia.

Entre los romanos este mes estaba bajo la protección de Neptuno. Lo representaban bajo la imagen de una mujer vestida de azul, con la túnica levantada y sujetada con un cinturón. Llevaba un ave acuática entre las manos y traía sobre su cabeza una urna de la cual salía agua en abundancia, para indicar que es el mes de las lluvias; lo que también significaba la garza real y el pescado que ponían a sus pies.

 

Marzo

En el calendario gregoriano, marzo es el tercer mes del año y tiene 31 días. Su nombre deriva del latín Martius, que era el primer mes del calendario romano. ​ Martius a su vez se deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, dios romano de la guerra.

Durante marzo ocurre, alrededor de los días 20 o 21 (dependiendo el año), uno de los dos equinoccios del año. Este es el equinoccio de primavera en el hemisferio septentrional y el equinoccio de otoño para el hemisferio meridional.

Para la Iglesia católica, este mes está dedicado a San José de Nazaret.

Entre las antiguas festividades romanas celebradas en marzo se incluyen Agonium Martiale, celebrada el 1 de marzo, el 14 de marzo y el 17 de marzo, Matronalia, celebrada el 1 de marzo, Junonalia, celebrada el 7 de marzo, Equirria, celebrada el 14 de marzo, Mamuralia, celebrada el 14 o el 15 de marzo, Hilaria el 15 de marzo y después hasta el 22-28 de marzo, Argei, celebrada el 16-17 de marzo, Liberalia y Bacchanalia, celebradas el 17 de marzo, Quinquatria, celebrada del 19 al 23 de marzo, y Tubilustrium, celebrada el 23 de marzo. Estas fechas no se corresponden con el moderno calendario gregoriano.

 

Abril

En el calendario gregoriano, abril es el cuarto mes del año y es uno de los cuatro meses que tienen 30 días. Era el segundo mes del año en el antiguo calendario romano antes de que el rey Numa Pompilio añadiera a enero y febrero alrededor del 700 a. C. Los antiguos romanos lo llamaban aprilis, en latín.

No se conoce exactamente el origen de la palabra «abril». Se ha querido relacionar con el verbo aperire (‘abrir’), por la supuesta forma aperilis, asociándolo a que en este mes la primavera abre la tierra, las flores, etc. Ovidio se une a esta idea; pero no hay fundamento etimológico que lo sustente.

También se ha propuesto como origen el griego aphrós ('espuma') a través de la forma aphrilis. Este nombre guarda un parecido con Aphrodíte, palabra griega que lleva dentro la palabra espuma y significa Afrodita, el nombre griego de una diosa mitológica, que los romanos llamaban Venus.

Abril se inicia el mismo día de la semana que julio todos los años, y que enero en los años bisiestos. Abril termina el mismo día de la semana que diciembre cada año.

 

Mayo

En el calendario gregoriano, mayo es el quinto mes del año y tiene 31 días; pero era el tercer mes en el antiguo calendario romano, donde enero y febrero no existían, estaban al final del año como una bolsa de tiempo indeterminado.

El origen de su nombre es incierto. Puede derivar de la diosa romana Maia, también conocida como Bona Dea, cuyo festival los romanos celebraban este mes que llamaban Maius. También podría provenir de la ninfa Maya, hija de Atlas y Pleione y madre de Hermes.​ Una tercera opción de su origen podría ser del término Maius Juppiter, una reducción de maximus, el más grande.

En la antigua Grecia su equivalente es el mes de Targelión.

Quintilis fue originalmente el nombre del quinto mes (que después fue cambiado de lugar para ocupar el séptimo) en el calendario romano, estaba ubicado después de junio y antes de sextilis.

De acuerdo con una tradición, la piedra de mayo es la esmeralda,​ y su flor, el lirio.

 

Junio

En el calendario gregoriano, junio (del latín Iunius, mes de Juno) es el sexto mes del año y tiene 30 días. Junio es el segundo de cuatro meses que tienen una duración de 30 días, y el tercero de cinco meses que tienen una duración inferior a 31 días. Era el cuarto mes en el calendario romano, donde enero y febrero estaban al final del año.

En junio se produce el solsticio de verano en el hemisferio norte, el día con más horas de luz, y el solsticio de invierno en el hemisferio sur, el día con menos horas de luz (excluyendo las regiones polares en ambos casos). Junio en el hemisferio norte es el equivalente estacional a diciembre en el hemisferio sur y viceversa. En el hemisferio norte, el comienzo del verano astronómico tradicional es el 21 de junio (el verano meteorológico comienza el 1 de junio). En el hemisferio sur, el invierno meteorológico comienza el 1 de junio.

A principios de junio, el sol sale en la constelación de Tauro; a finales de junio, el sol sale en la constelación de Géminis. Sin embargo, debido a la precesión de los equinoccios, junio comienza con el sol en el signo astrológico de Géminis, y termina con el sol en el signo astrológico de Cáncer.

Según algunos, recibió el nombre que lleva en honor de Lucio Junio Bruto, fundador de la República romana, más otros creen que era llamado así por estar dedicado a la juventud y además hay quien opina que su nombre fue tomado de la diosa Juno.

En iconografía, se le representa bajo la figura de un joven desnudo que señala con el dedo un reloj solar para dar a entender que el sol empieza a bajar y teniendo en la mano una antorcha encendida como símbolo de los calores de la estación.​

A principios de junio, el Sol sale por la constelación de Tauro; a finales de junio, el Sol sale por la constelación de Géminis. Sin embargo, debido a la precesión de los equinoccios, junio comienza con el sol en el signo astrológico de Gemini, y termina con el sol en el signo astrológico de Cáncer.

 

Julio

En el calendario gregoriano, julio es el séptimo mes del año y tiene 31 días. Originalmente este mes era el quinto del primitivo calendario romano y su nombre era Quintilis. En un principio tenía 36 días, número que fue reducido a 31 por el rey Rómulo, disminuido a 30 por el segundo rey de Roma Numa, y finalmente aumentado a 31, cantidad que tiene actualmente, por el dictador romano Julio César. En homenaje al mismo (Iulius Caesar, en latín) que había nacido el día 13 del mes, fue renombrado por Marco Antonio como "Iulius", de donde deriva "Julio".

En iconografía se le representaba bajo la figura de un joven de carnes bronceadas por el sol y con los cabellos coronados de espigas.

Julio es el período tradicional conocido como "mes de la cerca", la temporada cerrada para los ciervos en Inglaterra. El 31 de julio finaliza el Trinity Term del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra. También es el tiempo en que se celebran las elecciones para la Cámara de Consejeros de Japón, que se celebra cada tres años y reemplaza la mitad de sus escaños.

 

Agosto

En el calendario gregoriano, agosto es el octavo mes del año y tiene 31 días. Se le puso este nombre en honor del emperador romano Octavio Augusto (Octavius Augustus).

En el antiguo calendario romano, el año comenzaba en marzo y el sexto mes se llamaba sextilis. Posteriormente, con la incorporación de ianuarius (enero) y februarius (febrero) al inicio del año, pasó a ser el octavo mes del año. En el 8 a. C., Octavio Augusto, primer emperador romano, optó darle su propio nombre y desde entonces sextilis pasó a llamarse augustus. Fue elegido este mes para honrar al emperador porque en él, en el año 30 a. C., venció a Cleopatra y a Marco Antonio y entró triunfador en Roma. La decisión de éste imitaba a la tomada por el Senado romano, que algunos años antes modificó el nombre del mes quintilis (quinctilis, según algunas fuentes) para denominarlo iulius (julio), en homenaje a Julio César.

Existe una creencia errónea, adjudicada a Johannes de Sacrobosco en el siglo xiii, de que el mes de agosto lleva 31 días por determinación de Octavio Augusto. El emperador romano consideraba que su mes, que por entonces supuestamente duraba 30 días, era inferior al mes de iulius, que tenía un día más; por lo tanto, habría decidido quitarle un día a febrero (que duraba 29 en los años comunes y 30 en los bisiestos) y añadirlo a augustus. No obstante, tal teoría ha sido descartada, ya que existen documentaciones que comprueban que el mes de agosto ya llevaba 31 días desde la implementación del calendario juliano impulsado por Julio César en el 45 a. C.

El mes de agosto comienza (astrológicamente) con el signo de Leo y termina en Virgo.

En Irlanda, el mes de agosto se llama Lúnasa (del antiguo irlandés Lughnasadh) y toma su nombre del dios Lugh. El primer lunes de agosto es uno de los días festivos nacionales de este país.

Entre los aborígenes canarios, especialmente entre los guanches de Tenerife, el mes de agosto recibía en nombre de Beñesmer o Beñesmen, que era también la fiesta de la cosecha celebrada en este mes.

 

Septiembre

En el calendario gregoriano, septiembre o setiembre​ es el noveno mes del año y tiene 30 días. Su nombre deriva de haber sido el séptimo mes del calendario romano. Septiembre es una palabra procedente del latín que significa 'siete meses'. A pesar de ser el noveno mes en la actualidad gracias a la aportación del calendario juliano, es el séptimo mes en el calendario romano, puesto que se consideraba que marzo era el primer mes del año, y diciembre el último.

Ambas grafías, «setiembre» y «septiembre», son correctas, si bien existe preferencia por la segunda, especialmente en el uso culto o académico.​ Por su parte, en Argentina, Costa Rica, Perú y Uruguay es de uso preferible o mayoritario la grafía setiembre, incluso en registros cultos y académicos.

 

Octubre

En el calendario gregoriano, octubre es el décimo y antepenúltimo mes del año y tiene 31 días. Su nombre deriva de haber sido el octavo mes del calendario romano. Según la Real Academia, «octubre» es la forma preferida en el uso culto, mientras que «otubre» está en desuso, aunque no se considera incorrecto.​ La palabra octubre proviene del latín, idioma en el que significa "ocho meses". A pesar de ser el décimo mes en la actualidad gracias a la aportación del calendario juliano, es el octavo mes en el calendario romano, puesto que se consideraba que marzo era el primer mes del año y diciembre, el último.

En la religión católica, el mes de octubre está dedicado a la Virgen del Rosario y ángeles de la guarda. «La Iglesia ha reconocido siempre una eficacia particular al Rosario, confiándole, mediante su recitación comunitaria y su práctica constante, las causas más difíciles».

 

Noviembre

En el calendario gregoriano, noviembre es el undécimo y penúltimo mes del año y tiene 30 días. Su nombre deriva de novem (‘nueve’, en latín), por haber sido el noveno mes del calendario romano. Mantuvo su nombre «noveno» incluso cuando al año se le agregaron otros meses después.

En Japón y en algunos países de Oriente se le llama el Mes de la Caridad.

Al principio, se representó a noviembre bajo la figura de un sacerdote de la diosa Isis vestido con una túnica de lino con la cabeza calva y apoyado en un altar sobre el cual había una cabeza de cabrito, animal que se sacrificaba a la diosa en el mes de noviembre.

Los modernos lo representan bajo la forma de un personaje vestido de hoja seca con una mano apoyada en el signo de Sagitario y la otra sosteniendo un cuerno de la abundancia, de donde salen ciertas raíces, último presente que nos ofrece la tierra.

 

Diciembre

En el calendario gregoriano, diciembre es el duodécimo y último mes del año y tiene 31 días.

Su nombre deriva de haber sido el décimo mes del calendario romano legendariamente atribuido a Rómulo hacia el año 750 a. C; los días de invierno posteriores a diciembre no se incluyeron como parte de ningún mes. Más tarde, los meses de enero y febrero se crearon a partir del período sin mes y se agregaron al comienzo del calendario, pero diciembre conservó su nombre.

Es conocido principalmente por ser mundialmente el mes de la Navidad y de la Nochevieja.

Diciembre contiene el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el día con menos horas de luz, y el solsticio de verano en el hemisferio sur, el día con más horas de luz (excluyendo las regiones polares en ambos casos). Diciembre en el hemisferio norte es el equivalente estacional a junio en el hemisferio sur y viceversa. En el hemisferio norte, el comienzo del invierno astronómico es tradicionalmente el 21 de diciembre o la fecha del solsticio.

Las lluvias de meteoros que se producen en diciembre son las Andromedidas (del 25 de septiembre al 6 de diciembre, con un máximo en torno al 9 de noviembre), las Canis-Minoridas (del 4 al 15 de diciembre, con un máximo en torno al 10-11 de diciembre), las Coma Berenicids (del 12 al 23 de diciembre, con un máximo en torno al 16 de diciembre), las Delta Cancrids (del 14 de diciembre al 14 de febrero, la lluvia principal del 1 al 24 de enero, con un máximo el 17 de enero), las Gemínidas (del 13 al 14 de diciembre), las Monocerotids (del 7 al 20 de diciembre, con un máximo el 9 de diciembre. Esta lluvia también puede empezar en noviembre), las Fenícidas (del 29 de noviembre al 9 de diciembre, con un pico alrededor del 5/6 de diciembre), las Cuadrántidas (normalmente una lluvia de enero, pero también puede empezar en diciembre), las Sigma Hidridas (del 4 al 15 de diciembre) y las Úrsidas (del 17 al 25/26 de diciembre, con un pico alrededor del 22 de diciembre).

Los signos del zodiaco para el mes de diciembre son Sagitario (hasta el 21 de diciembre) y Capricornio (a partir del 22 de diciembre).

En la antigua Roma, como una de las cuatro Agonalias, este día en honor a Sol Indiges se celebraba el 11 de diciembre, al igual que Septimontium. El dies natalis se celebraba en el templo de Tellus el 13 de diciembre, la Consualia el 15 de diciembre, las Saturnales del 17 al 23 de diciembre, la Opiconsivia el 19 de diciembre, la Divalia el 21 de diciembre, la Larentalia el 23 de diciembre y el dies natalis de Sol Invictus el 25 de diciembre. Estas fechas no se corresponden con el calendario gregoriano moderno.

Los anglosajones denominaban a diciembre-enero como Ġēolamonaþ (inglés moderno: mes de Yule). El calendario republicano francés incluía diciembre dentro de los meses de Frimaire y Nivôse.

Origen de los Dias de la Semana

 


Domingo:

Inglés antiguo Sunnandæg, que significa "día del sol." Esta es la traducción de la frase en latín dies Solis. En inglés, al igual que en la mayoría de los idiomas germánicos, se preservan las asociaciones originales paganas/sol del día. Muchos otros idiomas europeos, incluidos todos los idiomas romances, han cambiado su nombre por "el día del señor" (basado en la expresión eclesiástica en latín dies Dominica). Tanto en la mitología germánica occidental como del norte el Sol es personificado como una diosa, Sunna/Sól.

 

Lunes:

Inglés antiguo Mōnandæg, que significa "día de la Luna." Esto se basa en la traducción del nombre en latín dies lunae. En la mitológica germánica del norte, la Luna es personificada por un dios, Máni.

 

Martes:

Inglés antiguo Tīwesdæg que significa "día de Tiw." Tiw (Norse Týr) era un dios con una sola mano asociado con el combate y pledges en la mitología nórdica y también que ocupaba un sitial prominente en el paganismo germánico. El nombre del día se basa en la expresión latina dies Martis, "Día de Marte".

 

Miércoles:

Inglés antiguo Wōdnesdæg en referencia al dios germánico Woden (denominado Óðinn en los pueblos germánicos del norte), y un dios prominente de los anglo-sajones (y otros pueblos germánicos) en Inglaterra hasta el siglo vii. Se basa en la expresión latina dies Mercurii, "Día de Mercurio." La conexión entre Mercurio y Odin es más forzada que las otras conexiones sincréticas. La explicación usual es que tanto Wodan como Mercurio eran considerados psicopompos, o guías del alma después de la muerte, en sus mitologías respectivas; además ambos se encuentran asociados con la inspiración poética y musical. Tanto el islandés Miðviku, alemán Mittwoch y finlandés keskiviikko todos significan mediados de la semana.

 

Jueves:

Inglés antiguo Þūnresdæg, que significa 'día de Þunor'. Þunor significa trueno o su personificación, el dios nórdico denominado en inglés moderno Thor. De manera similar en alemán Donnerstag ('día del trueno') y en escandinavo Torsdag ('día de Thor'). El día de Thor corresponde a la expresión latina dies Iovis, "día de Júpiter".

 

Viernes

Inglés antiguo Frīgedæg, que significa el día de la diosa nórdica Frigg. El nombre nórdico del planeta Venus era Friggjarstjarna, 'estrella de Frigg'. Hace referencia a la expresión latina dies Veneris, "Día de Venus."

 

Sábado:

Es el único día de la semana, junto con el lunes, que mantiene su origen romano en inglés, designado en referencia al dios romano Saturno asociado con el Titan Cronos, padre de Zeus y muchos otros dioses del Olimpo. Su denominación anglosajona original era Sæturnesdæg. En latín era dies Saturni, "Día de Saturno." El escandinavo Lørdag/Lördag se aparta mucho ya que no tiene relación ni con el panteón nórdico ni con el romano; deriva del nórdico antiguo laugardagr, literalmente "día de lavado." La palabra alemana Sonnabend significa la "noche antes del domingo", la palabra Samstag deriva del nombre del Sabbat.


Origen del Calendario Gregoriano (Calendario Actual)

 


Calendario Gregoriano

 

El calendario gregoriano es el modelo de calendario actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo, denominado así por ser su promotor el papa Gregorio XIII. A partir de 1582, sustituyó gradualmente en distintos países al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a. C. El calendario juliano era, básicamente, el calendario egipcio, el primer calendario solar conocido que estableció la duración del año en 365 días.

 

El calendario gregoriano se originó a partir de un primer estudio realizado en 1515 por científicos de la Universidad de Salamanca, y de un segundo en 1578. Del primero se hizo caso omiso y del segundo, finalmente, surgió el actual calendario mundial, aunque el mérito se atribuyó a otros personajes.

Los primeros países en adoptar el calendario actual fueron el imperio español y Portugal; después se adoptó por toda Europa, salvo el Reino de Gran Bretaña y sus colonias americanas, que no lo hicieron hasta 1752.

El Origen de la Navidad



EL ORIGEN DE LA NAVIDAD


INTRODUCCIÓN

Este estudio no ha sido echo con el egoísta propósito de polemizar, sino que motivado bajo el deber de pregonar la verdad pura de las Santas Escrituras, sin tradiciones, ni mixturas de costumbres diametralmente opuestas a la voluntad de Dios.

Tampoco significa una postura dogmática frente al tema, solamente es un llamado a considerar suficiente luz que la Biblia entrega frente a esta celebración a la cual “todo el mundo” se hace parte.
Que la gracia de Dios nos dé luz y sumisión a su Palabra y que nos ayude a hacer lo que es agradable a sus ojos.
La navidad proviene de la antigua costumbre babilónica, y que roma en su constante afán de sincretismo religioso la traslado como fiesta Cristiana. ¿Por qué los evangélicos se han sometido a esta costumbre católica romana, hablando el mismo idioma y levantando la misma consigna ecuménica?

HISTORIA

En primer lugar, debemos entender y aceptar que la Navidad no tiene su origen en el cristianismo puro, si no que en el paganismo de Babilonia aproximadamente 2600 años a. C.
La historia relata que en aquel entonces existía una reina llamada SEMIRAMIS en cuyo vientre creo a su hijo Tamuz, que según aquella religión, habría concebido virginalmente.

Antiguas civilizaciones adoraban el árbol considerándolo como símbolo ideal de la vida. Por su característica vertical, el árbol representaba los atributos del dios babilónico llamado Falo (grandes esculturas de piedra en forma de pene) aquí vemos una representación de dos sacerdotes babilónicos junto al sagrado árbol.

Aquel hijo era la encarnación del dios SOL (RA para los egipcios y Baal para los caldeos) y su alumbramiento se celebraba con fiestas, orgias y en particular de adoraban arboles con cerezas rojas y bolas brillantes en representación del Sol. La costumbre del árbol surgió de una creencia babilónica que decía que Semiramis, la madre de Tamuz, afirmaban que durante una noche un árbol verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco supuesta mente representaba a su esposo muerto. Nimrod (Génesis 10:9). ¡Y el árbol de pino llego a ser el símbolo de que Nimrod había revivido en la persona de Tamuz! Ez. 8:14-18

Por esa fecha, se popularizo mucho el culto de la MADRE Y EL HIJO elevándose a ambos a la estatura de “divinidades” a Semiramis le llamaron “La reina del cielo” y esta fue adoptando varios nombres tales como: Astarot, Diana, Isis y Astarte y a su hijo Baal (Tamuz). Las Santas Escrituras revelan la errónea actitud del pueblo de Israel que frecuentemente se inclinaba a estos “dioses”
(Jueces 2:23. Jeremías 7:18. Ezequiel 8:14-18).

Babilonia


China

Egipto 
Catolicismo 

India


Roma Imperial














En las fotos observamos a 6 representaciones de la “MADRE Y EL HIJO” según las culturas Babilónica, China, Egipcia, India y Roma. Obviamente aparece la versión seudo cristiana llamada “MARÍA” 

BABILONIA, ROMA Y LA NAVIDAD

No cabe duda que el paganismo de Babilonia trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el politeísmo del imperio romano. Es ahí donde se celebraba el día 5 de diciembre como el festival de invierno, en conmemoración del alumbramiento de TAMUZ (Saturno para los romanos) el dios sol encarnado.

Esta festividad iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad, lo cual se demostraba con intercambio de regalos y presentes para aquella fecha. También surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa, con coronas de flores y hojas verdes y por cierto la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol.

Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar cuya concepción se había realizado en la virgen matriz de la reina del cielo.

Dios dice: “Destruires enteramente todos los lugares altos donde las naciones que vosotros heredareis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso”
Deuteronomio 12:2


La importancia de la fertilidad representada en la firmeza y erección de los troncos de los árboles, era una característica de todas las culturas paganas que la historia registra. Dios siempre abomino el adorno y la adoración del árbol.

¿Será agradable a Dios este árbol dentro de nuestros hogares y locales de reunión?

En la fiesta de Saturno el 25 de Diciembre de cada año, los romanos adornaban los arboles con bolas de colores y frutas, representando la fertilidad y el tributo al dios sol.

Leer: (Deuteronomio 12:2, 1 Reyes 14:23, 2 Reyes 16:4, 17:10, Ezequiel 6:13)

También acostumbraban a identificar sus casas con coronas de flores y hojas verdes colgadas en las puertas de sus casas.

EL SINCRETISMO CATOLICO ROMANO

Más tarde, cuando fue establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones religiosas de Constantino, fue introducido deliberadamente al cristianismo.

La antigua Semiramis (Venus, Osiris, etc.) pasó a llamarse “Virgen María” y a la encarnación del dios sol Tamuz (Baal, Moloc, etc.), se le llamo “Jesús”.

El festival del solsticio de invierno celebrado el 5 de diciembre cada año, paso a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y la antigua costumbre de la entrega de regalos y presentes, fue acomodada en función de la experiencia que tuvieron los magos al visitar al niño Jesús, entregándole “regalos”. El antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba con celebración del nacimiento de Tamuz, paso a llamarse “el árbol de Navidad”.


¿COINCIDENCIA O MISTERIOSA TRANSCENDENCIA? Saque Ud. Sus propias conclusiones.

EL VIEJO PASCUERO

No podemos negar que la fecha de “navidad” es un verdadero caldo de cultivo para los comerciantes y el consumismo, pero todo detrás de una pantalla o envoltorio cristiano. Los mismos que pregonaron la “navidad de Cristo”, exaltan y defienden al “omnisciente, omnipotente y omnipresente” VIEJO PASCUERO. Él lo sabe todo, todo lo puede y está presente en todas partes.

Este personaje, que tiene los mismos atributos de Dios, fue introducido a la tradición popular por el catolicismo romano.
El sacerdote católico Nicolás, obispo de Mira en el tiempo del emperador Diocleciano (siglo IV) entre todas sus prácticas religiosas, acostumbraban en época de “navidad” a dar regalos y presentes a los niños. Luego de su muerte, la iglesia romana lo elevo a los altares y desde ahí que pasó a ser “San Nicolás o Santa Claus”, a quien todos los niños esperaban ansiosamente, para recibir los regalos en época navideña.

Más tarde, este “san Nicolás” adopto el nombre de “papá Noel” de la raíz francesa que a su significa del latín “Natalis, natal”, o sea “padre de la navidad”.
Este papa Noel trascendió hasta occidente y ya en época contemporánea, fue introducido diversas historias que hablaban de su origen, relacionándolo con el polo norte, con la participación de gnomos y renos que lo trasladaban en su tarea de repartir “regalos” por todo el mundo.
En 1931, la empresa Coca-Cola tomo este popular personaje y lo vistió con sus colores corporativos y es ahí donde se produce una verdadera explosión y propagación de la creencia en este súper ser.



Ahora veamos lo que dice Dios…
1. Dios condena a Babilonia, sus creencias y prácticas.
(Apocalipsis 14:8, 18:2-4)
2. A Dios no le agrada hacer “pesebres navideños” o cualquier imagen.
(Éxodo 20:2-5)
3. A Dios no le agrada el erigir ídolos en especial arboles como objeto de culto.
(Deuteronomio 12:2, 1 Reyes 14:23, 2 Reyes 16:4, 17:10 Ezequiel 6:13)
4. A Dios no le agrada el participar en costumbres y los caminos de las naciones, considerándolo como vanidad.
(Jeremías 10:2-4)
5. Según la tradición, Jesús nació en invierno (25 de diciembre o solsticio de invierno, pero un estudio detallado de las referencias bíblicas nos hacen concluir que el Señor no nació en invierno si no que en otoño a mediados del mes de septiembre o principios de octubre.
Un antecedente muy consistente, es que la Biblia en Lucas 2:8 habla “…pastores en la misma región, que velaban y guardaban vigilias de la noche sobre sus rebaño” en el tiempo del nacimiento del Señor. “Como es conocido, los pastores en Palestina no hacen esto durante el invierno. Siempre traen sus rebaños de las montañas a los rediles antes del 15 de octubre”.
6. Los magos no intercambiaron regalos, aquella era una costumbre oriental de presentar regalos al estar ante un Rey. “Cuando los magos llegaron, fue mucho después del nacimiento de Jesús. Para esa época, él ya vivía en su casa ( Mateo 2:9-11) y no en el establo. Obviamente, los regalos de los magos no eran “regalos navideños”
7. Jesús nunca mando a que se recordase el día de su nacimiento, tampoco existe registro de que los apóstoles hayan celebrado la “Navidad”. Por el contrario, el mandamiento que Cristo dejo, fue el de recordar su padecimiento y muerte como sello de un nuevo pacto y esto si fe practicado por sus discípulos y se hacía cada primer día de la semana.
(Lucas 1:19, 1 Corintios 11:23-26, Hechos 20:7)


CONCLUSIONES

1. La Navidad proviene de la antigua costumbre babilónica, y que roma en su constante sincretismo religioso el traslado como fiesta cristiana. ¿Por qué los evangélicos se han sometido a esta costumbre católica romana, hablando el mismo idioma y levantando la misma consigna ecuménica)
2. Roma celebra a SATURNO cada 25 de diciembre ¿será agradable a Cristo celebrar su nacimiento un día tan especial para el paganismo diabólico?
3. La Biblia enseña que cristo no pudo haber nacido un 25 de diciembre.
Jesús jamás mando a que se celebrara su nacimiento, sino que se recordara su muerte en la celebración de la Cena, con un pan y una copa.

“El que tiene oído oiga…”
Apocalipsis 3:6