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Desarrolla tu Intuición

 

La intuición, según la Biblia, puede estar relacionada con la sabiduría y el discernimiento que proviene de Dios. Aquí hay algunos principios que pueden ayudarte a desarrollar una buena intuición desde una perspectiva bíblica:

1. *Oración y búsqueda de dirección*: La oración es fundamental. Santiago 1:5 dice que si alguien necesita sabiduría, debe pedirla a Dios, quien da generosamente.

2. *Estudio de la Palabra*: Conocer las Escrituras te ayuda a entender mejor la voluntad de Dios. Salmos 119:105 dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino".

3. *Escuchar al Espíritu Santo*: Según Juan 16:13, el Espíritu Santo guía a los creyentes a toda la verdad. Presta atención a esa voz interior que te guía.

4. *Consejo sabio*: Proverbios 15:22 menciona que los planes fracasan sin consejo, pero con muchos consejeros tienen éxito. Busca la opinión de personas sabias y piadosas.

5. *Reflexión y meditación*: Tomarte el tiempo para reflexionar sobre tus decisiones y meditar en la Palabra de Dios puede ayudarte a afinar tu intuición.

6. *Experiencia y aprendizaje*: La práctica y la experiencia en la vida también pueden agudizar tu intuición. Aprende de tus experiencias pasadas.

Al aplicar estos principios, puedes cultivar una intuición más alineada con la sabiduría divina.

Consciencia y Conciencia



En la Biblia, los términos "consciencia" y "conciencia" a menudo se utilizan en contextos diferentes, aunque pueden parecer similares. 


1. *Consciencia*: Este término generalmente se refiere a la capacidad de discernir entre el bien y el mal, la percepción interna de la moralidad. En el Nuevo Testamento, por ejemplo, se menciona la consciencia en relación con la acción moral y la responsabilidad personal. Romanos 2:15 habla de cómo los gentiles, que no tienen la ley, muestran que tienen la ley escrita en sus corazones, lo que indica una consciencia moral innata.


2. *Conciencia*: Aunque en algunos contextos puede usarse de manera similar, este término a menudo se refiere a la autoconciencia o la percepción de uno mismo en un sentido más amplio. En la teología, puede relacionarse con la comprensión de la propia relación con Dios y la espiritualidad.


En resumen, mientras que la consciencia se enfoca en el juicio moral y ético, la conciencia puede abarcar una comprensión más amplia de uno mismo y su lugar en el mundo. Ambos conceptos son importantes en la enseñanza bíblica sobre la moralidad y la relación con Dios.

En la Biblia, las diferencias entre "consciencia" y "conciencia" pueden entenderse de la siguiente manera:


1. *Consciencia*:

   - *Definición*: Se refiere a la capacidad de discernir el bien del mal. Es un juicio moral interno que guía las acciones.

   - *Ejemplo bíblico*: En Romanos 2:15, se menciona cómo los gentiles muestran que tienen la ley escrita en sus corazones, lo que implica que su consciencia les guía en cuestiones morales.
   - *Función*: Actúa como un guía moral, alertando sobre acciones correctas o incorrectas.


2. *Conciencia*:

   - *Definición*: Este término a menudo se relaciona con la autoconciencia y la percepción del propio estado espiritual. Puede incluir la reflexión sobre la relación con Dios y la vida interior.

   - *Ejemplo bíblico*: Aunque no se usa el término "conciencia" de manera tan directa, pasajes como Salmos 139:23-24 reflejan un deseo de autoexaminación y búsqueda de pureza en la relación con Dios.
   - *Función*: Se enfoca en la introspección y la comprensión personal de la fe y la espiritualidad.


Resumen de las diferencias:

- *Consciencia*: Relacionada con el juicio moral y la ética.
- *Conciencia*: Más vinculada a la autoconciencia y la relación con Dios.

Ambos conceptos son importantes en la enseñanza bíblica, pero cada uno tiene un enfoque distinto.



Orar y Ayunar



Orar y Ayunar


ORAN EN SECRETO. Todo hijo de Dios debe tener un lugar para estar a solas con Dios. A menos que exista tal lugar, la oración n secreto no se mantendrá por mucho tiempo ni de manera persistente. Jesús tenía sus lugares secretos (14:23; Mr 1:35; Lc 4:42; 5:16; 6:12).
La oración en secreto tiene una importancia especial:
Por la mañana para encomendarle el día a Dios.
Por la noche para darle gracias por su misericordia.
En ocasiones en que el Espíritu Santo impulse al creyente a orar. El Padre celestial promete recompensar a estos hijos de modo manifiesto: con la oración respondida, con su presencia íntima y su honra verdadera por toda la eternidad.


ORAEIS ASÍ. Con esta oración modelo, Cristo indico aspectos de interés que deben ser parte de la oración del creyente. El padre nuestro comprende seis peticiones: tres que tratan de la santidad y de la voluntad de Dios; tres que tratan de las necesidades personales. Su brevedad no significa que se deba orar brevemente. A veces Cristo oro toda la noche (Lc 6:12.


PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS. La oración comprende la adoración al Padre celestial.
1. Como Padre, Dios ama y cuida al creyente, y recibe su comunión con agrado; por medio de Cristo el creyente tiene acceso al Padre en cualquier momento para adorarlo y expresarle sus necesidades (vv 24-34).
2. Dios como Padre no significa que él es como un padre terrenal que tolera la maldad de sus hijos o deja de disciplinarlos correctamente. Dios es un padre de santidad que tiene que oponerse al pecado. No tolera la maldad, ni siquiera en quienes lo llaman Padre. Su nombre tiene que ser ´´santificado´´ (v 9).
3. Por eso, como Padre celestial él pude castigar o bendecir, retener o dar, actual con justicia o con misericordia. Su manera de responder depende de la fe y obediencia a él.


SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. Lo primordial en las oraciones y en la vida del creyente debe ser la santificación del nombre de Dios. Es de suma importancia que Dios sea reverenciado, honrado, glorificado y exaltado (cf. Sal 34:3). En la oración y en el diario andar se debe estar intensamente interesado en la reputación de Dios, de su iglesia, de su evangelio y de su reino.
Hacer algo que deshonre el nombre y el carácter del Señor es pecado espantoso que lo expone a vergüenza pública.


VENGA TU REINO. La oración debe mostrar interés por el reino de Dios en la tierra ahora y su cumplimiento final en el futuro.
1. Se debe orar por la venida de Cristo y el establecimiento del reino eterno de Dios en el cielo nuevo y la tierra nueva (Ap 21:1; cf. 2ª. P 3:10-12; Ap 20:11; 22:20).
2. Se debe orar por la presencia espiritual y la manifestación del reino de Dios en la actualidad. Eso incluye el hacer valer el poder de Dios entre su pueblo para destruir las obras de Satanás, sanar a los enfermos, salvar a los perdidos, promover la justicia y derramar el Espíritu Santo sobre su pueblo.


HAGASE TU VOLUNTAD. Orar ´´hágase tu voluntad´´ significa que se desea sinceramente que la voluntad y el propósito de Dios se cumplan en la vida de cada uno y en la vida de la familia, de acuerdo con el plan eterno. Se puede determinar lo que es la voluntad de Dios primordialmente en su voluntad revelada, la Biblia, y mediante la dirección del Espíritu Santo en el corazón (cf. Ro 8:4-14). Se hace la voluntad de Dios cuando sus hijos piden que venga ´´el reino de Dios y su justicia´´ (v. 33).


EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA. La oración debe incluir peticiones con respecto a las necesidades diarias del que ora (Fil 4:19).


PERDONANOS…COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS. Se debe orar con respecto a los pecados con la disposición de perdonar las ofensas de los demás (vv 14:15; Heb 9:14; 1ª. Jn 1:9).


LIBRANOS DEL MAL. Todos los creyentes son el objeto especial de la enemistad y del malvado propósito de Satanás. Por eso nunca debe olvidarse el pedir ser liberado de su poder y sus intrigas (Lc 11:26; 22:31; Jn 17:15; 2ª. Co 2:11).


SI NO PERDONAIS. Aquí Jesús pone énfasis en que el creyente debe estar dispuesto a perdonar las ofensas de los demás. Si no perdona al ofensor arrepentido, Dios no lo perdonara a él y sus oraciones no tendrán ningún efecto. Este es un principio importante por el cual Dios perdona (18:35; Mr 11:26; Lc 11:4).


CUANDO AYUNEIS. En la Biblia se refiere a la disciplina de abstenerse de alimentos con propósitos espirituales. Aunque a menudo se relacionaba con la oración, debe considerarse un ejercicio espiritual en sí. En realidad, se le puede llamar ayuno a ´´la oración sin palabras´´.




1. Hay tres principales formas de ayuno en la Biblia.
a) El ayuno normal: abstención de todo alimento, solido o líquido, pero no de agua.
b) El ayuno absoluto: abstención de alimento y de agua (Est 4:16; Hch 9:9). Por lo regular esa clase de ayuno no debe durar más de tres días, ya que el cuerpo comienza a deshidratarse. Moisés y Elias practicaron el ayuno absoluto por cuarenta días, pero solo bajo condiciones sobrenaturales (Éx 34:28; Dt 9:9, 18; 2º. R 19:8).
c) El ayuno parcial: una restricción de la dieta en vez de la abstención completa (Dn 10:13).


2. Cristo mismo practico esa disciplina y enseño que debía ser parte de la devoción del creyente (1:16) y un acto de preparación para su regreso. La iglesia del NT practico el ayuno (Hch 13:2-3; 14:23; 27:33).


3. El ayuno con oración tiene varios propósitos:
a) Honrar a Dios (6:16-18; Zac 7:5; Lc 2:37; Hch 13:2).
b) Humillarse delante de Dios (Esd 8:21; Sal 69:10; Is 58:3) a fin de recibir más gracia (1ª. P 5:5) y disfrutar de intimidad con Dios (Is 57:15; 58:6-9).
c) Lamentarse por el pecado y el fracaso personal (1º. S 7:6; Neh 9:1-2).
d) Lamentarse por los pecados de la iglesia, de la nación y del mundo (1º. S 7:6; Neh 9:1-2).
e) Busca la gracia para una nueva tarea y para confirmar la consagración a Dios (4:2).
f) Buscar a Dios al acercarse a Él y prevalecer en oración contra las fuerzas espirituales que se oponen (Jue 20:26; Esd 8:21, 23, 31; Jer 29:12-14; Jl 2:12; Lc 18:3; Hch 9:10-19).
g) Mostrar arrepentimiento y permitir así que Dios cambie sus intenciones declaradas de juicio (2º. S 12:16,22; 2º. R 21:27-29; Jer 18:7-8; Jl 2:12-14; Jon 3:5,10).
h) Salvar a las personas de la esclavitud del mal (Is 58:6; Mt 17:14-21; Lc 4:18).
i) Obtener revelación, sabiduría y entendimiento con respecto a la voluntad de Dios (Is 58:6,11; Dn 9:3,21-22; Hch 13:2-3).

j) Abrir la via para el derramamiento del Espíritu Santo y el retorno de Cristo a la tierra por su pueblo.

Saber esperar en Dios



Saber esperar en Dios
Salmo 37:1-11
Introducción
¿Ha notado usted, que a veces, algunas personas le hacen una solicitud a una persona, pero luego salen corriendo antes de que pueda saber la respuesta? Nosotros podemos actuar de la misma manera para con el Señor cuando no esperamos en él.  Debemos tener en mente 4 aspectos importantes para saber esperar en Dios ante cualquier tipo de petición que le presentemos.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Fe. Ro 10:17
Debemos estar dispuestos a confiar en el Señor cuando no sea evidente una solución y no podamos ver una salida a nuestro problema. La fe viene de Meditar en la Sagrada Escritura y aplicarla a las dificultades de la vida y como resultado de ello tendremos una fe fortalecida.  

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Humildad. Jn 15:5
Al reconocer que no podemos lograr nada aparte de Jesús, debemos estar dispuestos a soportar hasta que Dios nos revele su respuesta. Sus caminos son siempre perfectos; nuestro plan más ingenioso no será tan bueno como el suyo.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Paciencia. Stg 5:11
Una actitud tranquila y una paz interior provienen de creer que el Señor es quien dice ser, y que el hará exactamente como ha prometido. El Espíritu Santo nos ayudara a enfrentar las circunstancias estresantes sin quejarnos y aceptar los problemas de la vida, en vez de tratar de manipular una salida.  Job fue una persona con paciencia que pudo soportar todos los desastres que le vinieron a su vida y salió victorioso de todo ello porque supo esperar en Dios.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Valentía. Jos 1:9
Es propio de la naturaleza humana querer tener el control; anhelamos saber que va a suceder y cuando, a  Josué le sucedía lo mismo no sabía que sucedería y cuando pasarían tales cosas (en este caso la conquista) por eso el deseaba saber para tener el control y por esta razón Dios le dice a Josué que se esforzara y fuera valiente que no temiera ni desmayara porque él estaría con Josué donde quiera que el fuera; Hace falta valentía si queremos evitar seguir nuestros planes, o no ceder ante la presión de los demás, con el poder del Espíritu Santo podemos mantenernos serenos para esperar en Dios, incluso cuando las personas que nos rodean no aprueben nuestras decisiones.

Conclusión

Confiemos en el Señor y nos deleitemos en su nombre para que él nos conceda las peticiones de nuestros corazones y debemos esforzarnos y ser muy valientes para vencer cualquier lucha tampoco debemos temer ni desmayar ante cualquier circunstancia porque Dios está con nosotros donde quiera que vayamos así él lo ha prometido en su palabra.